Lo siento, tengo novia
Rafael Sarmentero tiene un problema: no puede dejar de escribir. Al mismo tiempo que redacta el borrador de una novela, va anotando en su libreta ocurrencias, reflexiones, y apuntes que recoge durante sus viajes. Más tarde completa dichos textos, los revisa y los adecenta para, finalmente, publicarlos en un volumen a modo de cuaderno de escritor.
Lo siento, tengo novia es el resultado de dicho proceso.