Lo raro es ser normal

Lo normal es lo frecuente, no lo correcto ni lo equilibrado.
(Sergi Rufi.)
Quedo con mi amigo M para desayunar. Hablamos de los fandangos, de las
distintas acentuaciones que puede tener una misma palabra dentro de una
frase —la palabra bajo en bajo las cortinas encontraron el
cadáver
no se acentúa y en bajo las cortinas para que entre la
luz del sol
sí—, de cómo reaccionamos las personas en función de
cómo nos encontremos en ese momento, del ego, de la meditación, de los
estados alterados de conciencia y de nuestras respectivas vidas.
—Creo que deberíamos hacer algo juntos. Hace mucho que nos conocemos y nunca hemos hecho nada —le digo.
—Bueno, hicimos la canción aquélla, Gomas de borrar, que a ti no te gustó la música que le puse a tu letra porque dijiste que era demasiado alegre. Tú es que te la habías imaginado de otra manera. Y, cuando uno tiene ya una idea en la cabeza, es difícil de contentar.
—Ah… Es verdad. No me acordaba. No sé, yo creo que ahora sería menos inflexible.
A M le parece una gran idea mi propuesta de hacer algo juntos. No tiene por qué ser una canción. Ambos coincidimos en este punto. De hecho, ambos preferimos colaborar en un proyecto diferente. Por probar algo nuevo.
Estupendo.
Cli, cli, cli.
Me he comprado un teclado mecánico con switches Cherry MX azules. El Ducky Keyboard Mini 2. Es una gozada teclear con él.
Existe un umbral de originalidad —o, lo que es lo mismo, de rareza— dentro del cual es positivo situarse. Por debajo del mismo se te pone la piel gris. Por encima del mismo hace demasiado frío.
Una novela que sea igual que todas obtendrá la tibia aprobación de la masa. Una novela que sea original triunfará. Una novela que sea demasiado original fracasará.
En el primer caso estaremos hablando de una novela convencional. En el segundo, de un bestseller. En el tercero, de una novela infumable o de una obra maestra.
Una persona que sea como la mayoría cosechará un número razonable de amistades. Una persona que sea original obtendrá un mayor éxito social. Una persona que sea demasiado original generará rechazo.
En el primer caso se tratará de una persona convencional. En el segundo, de una persona carismática. En el tercero, de un loco o de un genio.
Imagina que estás cenando con tres amigos.
Visualízalo.
Se acerca el camarero y pregunta:
—¿Qué desean beber?
Tus amigos van respondiendo:
—Una caña.
—Una caña.
—Una caña.
Es tu turno. ¿Qué respondes?
—…
Imagina que estás cenando con tres amigos.
Visualízalo.
Se acerca el camarero y pregunta:
—¿Qué desean beber?
Tus amigos van respondiendo:
—Agua.
—Agua.
—Agua.
Es tu turno. ¿Qué respondes?
—…
¿Respondiste lo mismo en ambos casos?
Lo normal es ser raro, lo raro es ser normal si eres tú mismo.
(Sergi Rufi.)
2020-07-18
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