Brillante

Si hace unos años me hubieran dicho que mis ídolos literarios iban a leer mi obra y que, como broche, les iba a gustar, habría pensado que sí, que ya, que claro; que los Escorpio somos imaginativos, tercos, magnéticos y pasionales, que el cuarzo citrino te proporciona la joie de vivre de la que haces gala, y que el miércoles que viene no juego al fútbol porque Mahamadou se ha encerrado en su cuarto a bailar la danza de la lluvia.

Pero los caminos del Señor son inescrutables, la vida es como una caja de bombones, etc., y si, por diversos azares, mis libros habían llegado a Fernando Sánchez Dragó y Luis Alberto de Cuenca y habían sido elogiados por éstos, la otra noche, Roberto Menéndez, mi editor de Ruleta Rusa, me sorprendió con otra de esas carambolas cósmicas:

—Le pasé unos cuantos libros de mi editorial a Joaquín Sabina y afirmó sobre uno de tus poemas: Brillante.

Roberto está unido a Sabina por vínculos familiares indirectos, y me había comentado hace unos meses que le iba a pasar mi antología al cantautor. Pero nunca esperé ningún tipo de feedback por parte de éste.

Obviamente, la opinión del mejor letrista de la Historia me colma de alegría.

Me sorprende, no obstante, que haya destacado ese poema entre otros que yo considero que vuelan a mayor altura. A Sabina le han llamado la atención esos versos que a mí me resultan bastante modestos, de la misma manera que el jienense admira la obra de César Vallejo y yo admiro su obra, pero encuentro la de César Vallejo de lo más prescindible. O del mismo modo que ciertas canciones se convierten en himnos de masas, y sus compositores afirman en las entrevistas haber estado a punto de tirarlas a la basura. Misterios de la psique humana.

En otro orden de cosas aunque, en realidad, en el mismo, ayer por la tarde me escribió Antonio Huerga, editor de Huerga & Fierro para comunicarme que ya tenía en su poder el nuevo poemario que me ha editado.

MUERTOS DE MIEDO

Todo el mundo está muriéndose de miedo.
Ruedan graves, asustados,
sonriendo de reojo
como si desconfiaran de sí mismos.

Pasan la vida agarrados a burbujas,
esperando el sobresalto.
Ignoran su paradero;
sólo saben que el final es inminente.

Yo les digo que el horror es la conciencia.
Si uno intenta hacer el bien,
lo demás es estadística;
apocalipsis que pasan. Accidentes.

Lo mejor de ser feliz es merecerlo.
Con la conciencia tranquila,
el temor desaparece.
El miedo ocupa los huecos que uno deja.

Brillante.

¿El mejor escritor de todos los tiempos?

Sin duda.

¿Pasional?

La persona más pasional que conoces.

Y Escorpio.

2018-09-28

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